martes, 20 de septiembre de 2011

CENSANDO TEMORES

El XIV Censo Nacional nos está costando a los venezolanos 500 mil bolívares fuertes. Como cabe esperarse, este monto no es oficial, por cuanto el gobierno hace tiempo ha dejado de sentirse en la obligación de rendir cuentas de lo que hace con lo que considera su dinero. Con ello se han ahorrado el tener que crear un sistema contable sui generis para incluir todos los desvíos, regalos, donativos, etc. etc...

El censo tiene como propósito fundamental dotar al Estado venezolano de información actualizada sobre la población y sus características socioeconómicas, información ésta que debería alimentar, de permitirse el acceso a la información, futuros estudios que orienten la formulación de políticas en materia de empleo, salud, vivienda, educación, servicios, etc. Visto de esa manera, más que un gasto, el censo debería verse como una inversión, cuya importancia justificaría con creces este presupuesto.

Los estadísticos saben bien que la información recolectada a través de cuestionarios no es cien por ciento veraz. Los individuos tienden a mentir por diversas razones: se dice que los hombres tienden a reportar ingresos por encima del verdadero y las mujeres por debajo. Países como Estados Unidos, Francia, Alemania cuentan con estudios específicos que miden la magnitud de estos "errores".

Sin embargo, este censo en particular medirá algo más de lo que originalmente se propone: el temor de los venezolanos. Y esta medida vendrá dada por la sobreestimación del número total de habitantes en nuestro país. Y no es para menos. Después de años de amenazar la propiedad privada y ante la incapacidad del gobierno de solucionar el problema de la vivienda (en Venezuela, porque en otros países ha logrado avances significativos…), no obstante los ingentes recursos de que ha dispuesto hasta ahora, a lo que se le une la contracción del sector construcción por falta de los insumos básicos ahora bajo el control estatal, y por herradas políticas en la materia, ¿quién se va a sentir seguro declarando que vive solo, o que su familia es pequeña, o que le sobra una habitación?.

La casi totalidad de las personas con quienes he hablado del tema, de uno y otro bando, conocidas o no, o que he escuchado debatir al respecto mientras esperan su turno para ser atendidos en el mercado, confiesan abiertamente que mentirán: hijos que ya no están en el país seguirán ocupando sus habitaciones; solteros(as), separados(as), divorciados(as) y viudos(as) súbitamente encontrarán pareja con quien convivir y de la noche a la mañana tendrán al menos un hijo más o estarán en espera de otro; sobrinos aparecerán viviendo en casa de tías solteronas y más de un padre o madre resucitará. Cuando sea posible, las casas perderán como por arte de magia al menos una habitación, a fin de dejar en claro que allí no hay espacio para nadie más.

Los datos recaudados en el censo también serán la base para la distribución del situado constitucional, la representatividad de las distintas entidades federales y Distrito Capital en la Asamblea Nacional y el número de miembros en los Consejos Legislativos y Concejos Municipales. Así, la entidad que mas mienta, la que mas temor exprese, alcanzará más escaños. Si no fuese por la incapacidad demostrada en estos doce años, hasta podría pensarse que esto es una estrategia más del gobierno para tener más diputados y concejales, siempre con el apoyo incondicional del CNE.

No puede culparse a los ciudadanos por mentir. Al fin y al cabo, la campaña que ha llevado adelante el gobierno en el tema de la vivienda por fin está dando sus frutos. El que siembra tempestades…recoge mentiras?.

Lamentable, si se piensa que todo este gasto, tiempo y esfuerzo sólo servirán para medir el miedo de los venezolanos de perder lo que tanto les ha costado. Lástima. Por una vez que se gastan recursos en nuestro país!!!!