martes, 24 de enero de 2012

NECEsiDADES PUBLICAS

Varias estadísticas han circulado recientemente acerca del discurso de más de nueve horas de Hugo Chávez con motivo de la presentación de sus Memorias y Cuentos. Que si se aludió a si mismo 586 veces, que si sólo habló del pasado y casi nada del futuro, que si dijo NO en más de
mil ocasiones y pare usted de contar. En sí, el discurso no aporta nada nuevo. Después de años de largas cadenas, y estos últimos días han sido una prueba de lo que viene, las memorias y los cuentos no pueden sino ser los mismos de siempre. Incluso en las mil y una historias que Sherezade le contó al rey Shahriar se observan patrones repetitivos, no obstante su vívida imaginación.

Ya en Chávez estos prolongados discursos son comunes y no es de extrañar que esté buscando que lo incluyan en el libro de record Guiness. Pero para ello aún le falta. En el 2004 un catalán, Lluis Colet, habló durante 124 horas sin parar, superando por 4 horas el record anterior. El propio mandatario ha hecho bromas con la duración de sus discursos y los ha recomendado como somnífero para los niños. No quiero pensar las pesadillas que tal práctica pueda generar en los pequeños; la LOPNA  debería intervenir cuando se sepa de casos al respecto. Se dice que esta práctica la aprendió de su padre y mentor Fidel Castro, pero una vez más el lacayo, perdón el alumno, superó al maestro.

Esto de hablar tan largo es equivalente a los inmensos y costosos carteles que vemos a lo largo de las vías anunciado obras que, de no ser por los carteles (y a veces aun con ellos), no se notarían. Y se pregunta uno ¿quién gobierna mientras se habla tantos disparates? ¿Habrá alguien calculado los costos de estos discursos en términos de horas/hombre?

Pero mas allá de asombrarnos por la habilidad de hablar durante tanto tiempo sin tener nada que decir, pues nada se ha hecho, la gran pregunta que este discurso ha generado en los venezolanos, rojos y no rojos al juzgar por lo que he escuchado, es ¿cómo? Si, ¿Cómo hace para aguantar sus necesidades por 9 horas, 28 minutos?

Para los que creen que Chávez es un superhombre, todopoderoso, la respuesta que le debe venir a la mente es que un Dios no tiene tales debilidades. Otros, fanáticos moderados, pensarán que su líder tiene un autocontrol ejemplar. Y los menos, pensarán que el tipo se prepara con anticipación. Pero estas tesis se caen por sí solas: no puede haber preparación con anticipación (digamos dietas) cuando los discursos son prácticamente el pan de cada día. Eso puede hacerse cuando son casos eventuales. Así que nos queda lo del Dios y el autocontrol, ambas poco probables. La del Dios es simple: Chávez no crea sino que destruye. Claro en el Olimpo había también dioses caprichosos. De ser un dios, vendria de allí. Pero ya se sabe que nació en Sabaneta y sin duda su perfil no tiene nada de griego.

La tesis del autocontrol podría cobrar más fuerza, sobre todo a la luz del afán que Chávez ha demostrado de controlarlo todo. Sin embargo el detalle está en que ya los propios ministros y demás miembros de la audiencia parecen haber aprendido a controlarse también. Y no creo que los chavistas piensen en ellos como superhombres (aunque deben serlo al juzgar por la facilidad con que asumen un ministerio tras otro, en ramas tan distintas como, por ejemplo, educación y electricidad). Es natural que los ministros hayan aprendido a autocontrolarse, antes que hacer públicas sus necesidades al tener que admitir, en cadena nacional, que necesitan ir al baño, lo cual solía ocurrir cuando Chávez los veía levantarse y les preguntaba adónde iban. Supongo que la cantidad que les pagan alcanza para adormecer sus sentidos y olvidarse de las necesidades inmediatas, ante el pensamiento del disfrute futuro.

Si es cierto que Chávez tiene problemas de próstata, este autocontrol puede ser una de las causas. Sin embargo, mi respuesta a tal dilema ha sido siempre la de los pañales. No olvidemos que hasta hace poco había escasez de tales rubros, lo cual puede ser una consecuencia de la adopción de este bien como instrumento para “hacer política”.

Pero no han de ser pañales comunes. Tal vez recuerden el famoso caso de Lisa Marie Nowak, la astronauta de 43 años que en febrero del 2007, en un arrebato de celos, aparentemente intentó asesinar a su rival en un triangulo amoroso, para lo cual condujo su automóvil de manera continua por más de 1500 kilómetros (al menos 13 horas), desde Houston (Texas) hasta Orlando (Florida) llevando puesto un pañal especial, a fin de no detenerse a lo largo del camino para ir al sanitario.

Además de los pañales, el otro posible elemento en común entre el discurso del dictador y la locura de la astronauta es, sin duda, el odio: y es el odio también mueve montañas, y puede que inhiba necesidades.

 

lunes, 16 de enero de 2012

El crimen SI paga

En 1992, el economista y profesor de la Universidad de Chicago, Gary Becker obtuvo el premio Nobel en su área por algo que a simple vista luce sencillo: extender el análisis económico, microeconómico en particular, a situaciones fuera del mercado: matrimonio, maternidad/paternidad, educación, inmigración… y criminalidad.


Un burdo y abusivo resumen de su planteamiento diría que, según Becker, el ser humano aplica un análisis costo-beneficio a todas las decisiones que toma en la vida a fin de maximizar su utilidad, idea aparentemente muy cercana a los lineamientos del actual gobierno con su supuesta búsqueda de la mayor felicidad posible, aun cuando, a mi criterio, la felicidad es un concepto mucho más complejo que la utilidad, pero ambos ciertamente inconmensurables.

Así, al decir de Becker, la gente busca pareja del mismo modo que busca un producto en el mercado, esto es, con información incompleta. Es necesario acotar que el tema de la información incompleta es de suma importancia en economía y ha formado parte del planteamiento de varios premios Nobel, incluyendo el de Stiglitz, Akerlof y Spence en el 2001. Las parejas, apunta Becker, siguen buscando información acerca de su media naranja hasta que el costo de obtener dicha información supera los beneficios que la misma reporta. Más información es posible sólo con más tiempo, que la contraparte seguramente no está dispuesta a esperar. Llega el matrimonio y, con él, el tiempo necesario para recabar dicha información, la cual puede conducir a la optimalidad de la unión o al divorcio. Este hogar tendrá menos hijos (que pueden considerarse como bienes duraderos, por hacer un símil) mientras más “costosos” sean éstos, costos medidos en términos de gastos, tiempo invertido y otras cosas que sólo el tiempo nos enseña.

Similar análisis se aplica a los estudios: estudiamos porque esperamos que el costo (de oportunidad) de hacerlo sea superado por lo ingresos que una carrera universitaria garantiza. Claro, no sabía Becker de listas, carnets de partido, ni palancas.

De nuevo, según Becker, de la misma manera, el delincuente elige racionalmente (otro término común en economía) entre la delincuencia y el trabajo honesto. Y al igual que la pareja, los padres y el estudiante, éste también responde a variaciones en los costos y beneficios de su decisión. Así, mientras menor sea la probabilidad de ser capturado y condenado a prisión, menores los “costos” de su decisión y mayores incentivos a continuar. Y ya sabemos cómo están las cosas en ese aspecto en el país: según el Observatorio Nacional de Prisiones, el 93% de los crímenes quedan impunes.

¿Y los beneficios? Según una reciente propuesta de la Ministra de Prisiones, supuestamente avalado por Chávez, los beneficios del crimen están por aumentar, convirtiendo la “carrera” criminal en un juego de ganar-ganar: si robas y no te atrapan (que, según dijimos, es lo más probable), te quedas con el botín; si te atrapan, ganas un salario mínimo.

Cabe resaltar que esta propuesta es cien por ciento revolucionaria. No sólo porque la promueve el gobierno revolucionario, sino porque rompe con varios paradigmas. Por ejemplo, la solución de Nash (el premio nobel en economía que fuera tema de la película “A Beautiful Mind”) para el dilema del prisionero, problema básico en teoría de juegos, muestra cómo dos prisioneros pudieran escoger delatarse mutuamente, aun cuando ambos estarían mejor (menor condena) si colaborase el uno con el otro (no delatar). Pues bien, con el posible beneficio de un sueldo, ambos pudieran estar mejor si se delatasen mutuamente. Pero más importante aún, definitivamente ya no será cierta aquella frase que hemos escuchado toda la vida pues de ahora en adelante, al menos en Venezuela, el crimen SI paga.

¿Qué pensarán las maestras normalistas y bachilleres docentes, cuyo sueldo es también el mínimo pero cuya contribución a la sociedad es, con creces, mucho mayor?

Adaptando una de las consignas más famosas del Manifiesto del Partido Comunista escrito por Marx y Engels, “!Trabajadores del mundo, uníos!”, en Venezuela bien pudiéramos decir “!!!Delincuentes del mundo, veníos!!!”.

jueves, 5 de enero de 2012

La nueva guerra quimica

Mientras el gobierno venezolano se equipa para defender nuestra soberanía de cualquier ataque extranjero, Estados Unidos, principal enemigo, genera una nueva tecnología que le permite inducir cáncer discrecionalmente.


Este avance logrado por el país del norte y dado a conocer por el propio Chávez pone al descubierto varias cosas, las cuales paso a enumerar rápidamente antes de que los que me califican de escuálida piensen que voy a hacer referencia a la ignorancia infinita que tal comentario pudiera sugerir en la mente de los que no estamos con el proceso:

1) ¿Qué vamos a hacer con todo el equipo bélico que ha adquirido Venezuela el cual, obviamente, resulta inútil ante esta demostración de poder de parte del imperio? ¿Qué podemos hacer con los 2 mil lanzamisiles y lanzacohetes, 92 tanques, 36 aviones caza y 9 submarinos, así como cañones y sistemas misilísticos adquiridos recientemente, sin contar con todo el armamento que comprado a lo largo de los años que lleva este gobierno? ¡Tanto armar a la población, tanto repartir armas para defender la revolución, tanto poner a trotar a los viejitos y a las gorditas de las milicias y tanto entrenamiento al que han sido sometidos los venezolanos, y sobre todo de las barriadas, esquivando tiros a diestra y siniestra a diario!! Todo en vano. Porque no se crean que la inseguridad es tal. No señor. Es todo parte de un programa de entrenamiento. Todo este esfuerzo para nada. Eso molesta a cualquiera. Razón tiene Chávez de criticar a los países que invierten en armamento, teniendo otras necesidades que cubrir. Nosotros si podemos darnos el lujo de adquirirlas pues tenemos todas las necesidades cubiertas: hospitales dotados, viviendas para todos, vialidad envidiable, cero analfabetismo e inversión extrajera y doméstica tan abundante que tenemos que quitárnosla de encima a sombrerazos, pues producimos todo lo que consumimos y no necesitamos de nadie, de tan soberanos que somos.

2) El que Estados Unidos nos haya hecho gastar $15 mil millones de dólares en equipo bélico haciéndonos creer que lo fuerte de ese país son las armas y que por eso tenemos que armarnos para estar a la altura del enemigo, no es sino un acto de vileza. Pudiera incluso suceder que con el dinero que pagamos para comprar armas se haya financiado el desarrollo de esta tecnología de inducción de cáncer. Eso no es de caballeros. Se explica ahora porqué jamás se ha visto un desfile militar en Estados Unidos para celebrar el día de Independencia: no tienen tales armas. Así que la guerra no va a ser de tiros sino de rayos de radioterapia.

3) Es obvio que Estados Unidos tiene un doble propósito con este nuevo desarrollo “bélico”. Como son ellos los que fabrican medicamentos contra el cáncer, aparatos para atacarlo y como son ellos los que tienen los mejores laboratorios para su diagnóstico, matan dos pájaros de un solo tiro: expanden su imperio y expanden sus mercados. Esto cambia totalmente la definición de guerra química y la vincula con la quimioterapia. De haberlo sabido Chávez, seguramente habría dotado a las universidades y núcleos endógenos con esos 15000 millones de dólares para desarrollar fármacos endógenos. Por suerte, el gobierno venezolano a la par del gasto bélico ha cubierto al país de hospitales bien dotados y ha capacitado muy muy muy MUY rápidamente a un gran número de médicos. De allí la necesidad de graduar a esos médicos de las misiones en menos tiempo de lo que lo hace cualquier universidad.

Me queda sólo una inquietud. Bueno, dos. La primera: ante esta revelación, ¿seguirá Chávez con el cronograma de gasto bélico que tenía pautado, el cual se estima llegará a treinta mil millones de dólares? La segunda: ¿pretenderá el imperio enfermarnos a todos o sólo a los gobernantes? De ser a todos, los venezolanos tendremos que mudarnos a Cuba para recibir la misma calidad de atención que recibe Chávez y recibió Castro Como habitante de Mérida, esto último me genera más preocupación que la propia posibilidad de padecer de cáncer inducido: el clima no sabe leer y por eso siguieron los derrumbes a pesar de que el gobernador del estado puso carteles por todos lados diciendo que la emergencia está resuelta. Y ya sabemos cómo se aísla Mérida cuando este clima analfabeto se empeña en hacer lo que quiere.

La verdad que todas estas interrogantes generan tanta preocupación que se entiende perfectamente porqué algunos prefieren pensar que la tal tecnología no existe y que es una fantasía mas de Chávez, como cuando quiso “adquerir” un calendario para entender si con el cambio horario íbamos a tener 30 minutos más o menos que los demás “durante la “temporada de sembrina” y durante el resto del año, aun con días de 60 horas. O tendrá razón Rayma con aquello de que el “abuso del poder es el cáncer de los pueblos”?