Nada puede comentarse sobre lo acontecido en el día de ayer, que diga más que lo expresado por tres millones de personas. Tal cifra era inesperada tanto para el gobierno como para la oposición. El primero, simplemente porque es ciego y no quiere ver que no lo está haciendo bien, porque hace mucho se distanció de las necesidades del país y porque además se rodea de aduladores que se encargan de aplaudir y aprobar cuanto diga quien lleva la voz cantante. La oposición, porque aun no se logra recuperar del miedo que causa votar en este país, tanto porque se desconozca el resultado, como porque se identifique al votante. De hecho, muchos no votaron por tal motivo pues, o bien trabajan para el gobierno o bien están en alguna lista de empleo, vivienda o préstamo. Incluso en términos porcentuales la votación superó con creces el 10% tope para este tipo de elecciones a nivel mundial.
Sin embargo, algunos comentarios en el otrora canal del pueblo, VTV, en el que caí por accidente manipulando el control remoto, resultan dignos de análisis. No se nombres de entrevistados ni de entrevistadores, pero por aquí iba la conversación:
En un acto de valentía total, UN periodista decía que había que "reconocerle esta victoria a la oposición". Digo valentía, pues para ese momento el presidente no había hablado (no sé si ya lo ha hecho) y por tanto el oficialismo no sabe a qué atenerse: si cantar fraude (que ya por allí se oye), si decir que es una victoria pírrica (lo cual han hecho antes, sin saber siquiera a qué se refiere el término) o si ignorar sus propios VATICINIOS (que iban de medio millón hasta dos millones) y decir que la cifra está muy por debajo de lo estimado. Todo es posible. El comentario del periodista venia a colación para remarcar la idea de que la oposición debe por tanto reconocer que el CNE es imparcial. Siendo que está en manos del gobierno, el CNE no podría haber sino sido imparcial en este proceso electoral pues aquí Chávez no pintaba nada. Falta ver si la misma imparcialidad impera en octubre. Un gran acto de imparcialidad habría sido que la propia presidenta del CNE anunciase los resultados, como lo ha hecho siempre. Supongo que la demora en el anuncio se debió a su reticencia en complacernos, pues más que el número, que ya lo sospechábamos, queríamos verla a ella decirlo.
En fin, el programa siguió con una discusión acerca de cómo ahora, recurriendo a la tarjeta única, la oposición puede perpetuarse en el poder!!!!! Esta idea tan corta dice muchísimo. En primer lugar, reconoce la posible victoria de la oposición en octubre. Y si ello logra darse a pesar del descarado ventajismo político del presidente, de las amenazas, de la compra de conciencias y de los controles y trampas, debe ser que estiman que en octubre votarán rojo sólo Chávez y los que se están enriqueciendo gracias a la promovida corrupción (los que ya robaron seguramente no se molestarán en ir a votar en el consulado de Miami). En segundo lugar, el comentario pone de manifiesto la tergiversación de valores: ¿La tarjeta única se ve bonita sólo si es roja y tiene en todas la foto de Chávez, pero si es variopinta ya no se ve bien? Más aún, si cambiar de presidente cada seis años se define como “perpetuarse en el poder”, ¿qué término debe usarse para definir el que la misma persona sea nombrada presidente cada seis años? ¿Tramparencia?
A seguir sumando!!!!!