sábado, 20 de mayo de 2017

TIEMPOS DE COSECHA

Recientemente se han suscitado diversos "ataques" a hijos y demás familiares de revolucionarios venezolanos que, por razones de estudio o residencia, están radicados en el extranjero,  privados de las bondades del gobierno venezolano que, literalmente, los mantiene lejos. Si bien hay evidencia de que estas personas se encuentran a lo largo y ancho del mundo, no se sabe de ningún chavista que haya enviado a sus hijos y/o familiares a Cuba o a Corea del Norte, lo cual les permitiría un acercamiento a lo que se ha sembrado en Venezuela. No entiendo por qué esos padres han pasado por alto ese detalle y se han arriesgado incluso a tener descendencia con ciudadanía americana!!! Pero donde hayan ido, allá consiguen a algún venezolano. O mejor dicho, algún venezolano los consigue y les ayuda a darse cuenta de lo que se están perdiendo por no vivir en su tierra, poniéndolos al tanto de los logros de la evolución.

Son varias las voces que se han alzado en contra de estos "ataques", bajo el argumento de que los hijos no tienen la culpa de los actos de sus padres. No son culpables, es verdad, pero tampoco son inocentes. Si fuesen niños, sería comprensible. Pero el chavismo lleva tantos años en el poder que ya todos sus herederos han crecido y son capaces de darse cuenta de que sus padres son culpables de brindarles a ellos un futuro excelente, a cambio de la destrucción total de un pueblo. El destino promisorio de unos pocos favorecidos a cambio del destino de una nación entera. Estas personas están en edad de entender quiénes son sus familiares y están obligados a reaccionar, a menos que sean de la misma calaña. Incluso si nunca abren un periódico venezolano, en el exterior se logran ver más canales que el patético Telesur y la realidad les debe dar en la cara, aunque no quieran. No será sin duda que la censura que sus padres aplican en Venezuela le llegue a ellos. Las redes sociales son indetenibles, para tristeza de Conatel. Ya no estamos en la edad media y, aunque el chavismo nos quiera llevar de vuelta al siglo XIX (el gobierno se toma en serio eso de la onda retro), el resto del mundo se mantiene en el siglo XXI. Allá logran ver un mundo diferente, un gobierno que actúa de manera diferente, lo que los debe llevar a cuestionar la legalidad de los actos de sus padres y la de los recursos que les permiten permanecer allá fuera cómodamente, mientras el país muere de hambre y mengua.

Al igual que a nosotros, a estos jóvenes les debe asaltar la duda acerca de por qué el gobierno mantiene a sus hijos en el exterior y cómo lo hace. El porqué tiene que ver con la supuesta ideología de nuestros gobernantes y el cómo se mete hasta en nuestros bolsillos. ¿Por qué no tenerlos en Venezuela, siendo que el gobierno está orgulloso de sus logros en materia de educación, salud, alimentación, seguridad, etc? ¿Será que en el exterior, incluso si es el imperio, se está mejor? Eso explicaría el que Estados Unidos tenga bienes que embargar a estos señores. Porque esa es la pregunta clave: ¿por qué y cómo tienen  propiedades en el exterior? Marisabel dijo que envió a su hija a París porque en Venezuela era acosada. ¿Por unos pocos escuálidos?, porque eso solía decir su papá, que éramos pocos y con adjetivo. ¿No debería es nimiedad ser opacada por el amor de la supuesta mayoría que idolatra a la hija del autor de todo esto? Lamentablemente, los ciudadanos comunes no podemos enviar afuera a nuestros hijos, burlados y despreciados por el padre del chavismo en cadena nacional,  acosados por el hambre, la inseguridad y la incertidumbre acerca de su futuro, suponiendo tengan alguno.

La otra pregunta es el cómo. ¿Cómo hacen estos padres para sostener a sus hijos en el exterior, pagando matrículas, vivienda y guardaespaldas, en un sistema que restringe el acceso a dólares. Los cargos públicos no pagan sueldo que permitan tales lujos. Los cargos públicos no dan para hacerse rico, al menos no legalmente. Y ellos allá afuera se deben dar cuenta de ese detalle. Una persona que antes era un ciudadano común, un profesional  de clase media o un chofer de metro de clase baja, que llega a ser ministro o presidente no se vuelve rico, si solo recibe su sueldo. Puede que mejore su situación, pero no como para mantener familia en el extranjero por años y, encima, comprar casas, carros y mantener cuentas en dólares con muchos ceros… a la derecha. Y no todos tenemos sobrinos famosos. Que son ricos de cuna… Ahh, entonces la cuarta no los trató tan mal. Y ¿cómo un rico apoya un gobierno que critica la acumulación de riqueza? Eso es ir en contra de sí mismo.

Nuestro país  no será nunca el mismo. Los dineros robados no regresarán, los muertos no revivirán, las familias quedarán desmembradas, pero enderezaremos el rumbo y volveremos a entrar al siglo XXI, así sea  con años de atraso con respecto al resto del mundo y con respecto a lo que fuimos. Lo importante es que el caos actual ayude a que los resentidos con lo apoyaron y que pusieron en el poder a estos bandidos, aprendan que las cosas se ganan, no se roban; aprendan que no es justo quitarle algo al que se lo ha ganado con su esfuerzo. Si eso es lo que han estado esperando, su turno al bate para robar, entonces los que lo llevó a votar por Chávez no fue su ideología, sino el ladrón que llevan por dentro. Este caos, esta implosión del chavismo, también debe obligar al aterrizaje forzoso de aquellos que todavía sueñan con el socialismo, los chavistas que creen que Maduro desvirtuó el rumbo del piloto original. El capitalismo tiene sus fallas, pero el socialismo ha fracasado y empobrecido a todos los países que lo han intentado. Me duele escuchar el nombre de Venezuela en la lista que incluye a Corea del Norte y Siria. Pero allí es donde los chavista nos han llevado, aun si ahora están asustados al ver el monstruo que ayudaron a fortalecer. “La mejor política social es y será una buena política económica”.

El odio que cosechan los chavista ahora, es fruto de la semilla que sembraron cuando, por años humillaron, segregaron, insultaron y vejaron al que no los apoyaba y a todo aquél que despertó en el camino. Por desgracia para ellos y su prole, este odio no es biodegradable: se mantiene en el tiempo y llega a formar parte de nuestros genes, por lo que incluso se hereda, lo se por experiencia. Al terminar la guerra, alemanes alrededor del mundo fueron despreciados por el solo hecho de ser alemanes, incluso si eran víctimas de sus propios gobernantes. El centurión que crucificó a Cristo fue maldecido por siete generaciones, ¿por cuántas generaciones serán perseguidos los chavistas?

Como dije, estos hijos de… chavistas no son inocentes. Al igual que sus padres, son culpables, aunque de otro crimen: la complicidad y la indiferencia. No lamento el castigo que están recibiendo. Se agotan los espacios debajo de las piedras, allí es donde se esconden las culebras.